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Arquitectos: Cazú Zegers
- Área: 149 m²
- Año: 2004
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Fotografías:Guy Wenborne
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Un taller. Un taller-cubo, para un pintor.
En medio del bosque, surge un volumen nítido, perfilado, midiendo el paisaje desde sus aristas. Un cubo de 9 metros de arista, que debe alojar en su vacío interior de triple altura la vida y el oficio de un artista, las cuales requieren de dichas magnitudes y de una luz atenuada para su trabajo con lienzos de gran formato. Es por ello que el volumen tiende a volverse hermético hacia el norte, abriéndose a la luz del sur, la luz sin reflejos. Dicha orientación nos regala a su vez la plena contemplación del volcán Villarrica. Balcones interiores abiertos al vacío dan cabida a los actos cotidianos, en un cuidado distanciamiento.
El proyecto surge como una síntesis, que parte con la búsqueda de una cierta condición de equilibrio y reposo, expresada inicialmente en partidos formales basados en secciones áureas. Prevalece finalmente la austeridad de lo cúbico, en contrapunto a la exuberancia del entorno natural.